Arranca una nueva edición de Pirineos Sur, lo raro es que estamos en diciembre, tras 17 años de trayectoria, este longevo evento abre la edición denominada Winter, que se desarrollará durante algunos fines de semana de febrero y marzo de 2010, en la estación de esquí de Formigal (Huesca).
http://www.heraldo.es/noticias/detalle/pirineos_sur_winter_marcara_febrero_marzo_una_nueva_apuesta_sonora_formigal.html
Este tradicional festival, que a lo largo de todos estos años a crecido gratamente en oferta y también en demanda, tiene como eje de atracción el ambiente que se genera en torno al festival y como principal publicidad el boca-oreja, el pueblo de Sallent se llena de colorido ambiente hippie, hay un improvisado y multitudinario camping, paella incluida, el mercadillo es de los más variopinto y animado y el lago ofrece el deseado "sol y playa" en el mes de julio.
Aún teniendo en cuenta el éxito de trayectoria del festival, considero que necesita evolucionar, innovar, quizá sea su éxito el que no le ha hecho repensarse, perdo desde luego este nuevo formato Winter no me parece la mejor forma, considero que está rompiendo la simbología que ha creado durante todos estos años el autentico Pirineos Sur, tanto las fechas como los horarios de los eventos como el lugar en el que se desarrollan, indican claramente que va dirigido a los esquiadores, una estrategia comercial del Grupo Aramón, legitima, por supuesto, pero que rompe la filosofía festivalera.
lunes, 14 de diciembre de 2009
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Supongo que lo que hay que plantearse es cuál es el objetivo originario del festival. En su web dicen que es "una apuesta decidida a potenciar el turismo cultural...".
ResponderEliminarEfectivamente, el festival se encuadra en esas estrategias de desarrollo que se comentan en el libro, y lo que busca es dar visibilidad al Valle de Tena fuera de la temporada de esquí y generar tejido económico más allá de la estación de Formigal.
Y aunque no sé cuánto tiempo lleva en funcionamiento el negocio de alquiler de canoas y barcas que está a pocos metros del auditorio, supongo que su existencia es una muestra de éxito.
Otro tema es si crear una segunda programación invernal se ajusta a los mismos planteamientos de desarrollo. En este caso creo como tú que es el miedo a una gran caída de esquiadores y una estrategia de posicionamiento del grupo Aramón a medio plazo (ahí está también el proyecto de Cerler) lo que motiva la edición Winter.
Claro que habrá que ver si aportar la marca Pirineos Sur a este programa resulta suficientemente rentable para el proyecto y no pasa factura a la credibilidad del festival veraniego, que ya ha sufrido algo con el nuevo escenario permanente (aunque también es una declaración de intenciones en un momento en el que los festivales no ven su mejor momento).